10K seguidores que no te conocen vs 100 que te buscan
Por qué tu audiencia real es más pequeña de lo que crees (y cómo construir formatos que sobreviven cuando el algoritmo cambia)
Jay Gatsby es un hombre misterioso y riquísimo que organiza fiestas en su mansión de Nueva York. Vive rodeado de gente, pero sin vínculos reales. Es el anfitrión perfecto de fiestas donde nadie lo conoce de verdad.
La popularidad de este personaje de Scott Fitzgerald depende exclusivamente del espectáculo, no de la conexión.
Tengo la impresión que muchos gurús del marketing y el emprendimiento viven como Gatsby, pero en versión LinkedIn.
Fotos estupendas, audiencias de decenas de miles, y posts con comentarios y likes a raudales.
Pero poca conexión real.
Leí esta frase la semana pasada:
Tu audiencia real es el número de personas que te buscarían activamente si el algoritmo cambiara.
Si LinkedIn cambiara el algoritmo mañana, ¿cuántos de los seguidores de esos gurús notarían que han desaparecido? ¿Cuántos les buscarían activamente?
Ahora aplícatelo a ti: ¿cuántos buscarían tu nombre o tu web en Google si no tuvieran noticias tuyas durante días?
Ese número es tu audiencia real.
Seguramente es un número mucho más pequeño que el que aparece en tu perfil. Pero eso no tiene por qué ser negativo.
Primer problema: el espejismo del algoritmo
Todos estos consultores han aprendido a agradar al algoritmo.
Publicar a la hora exacta, optimizar los primeros segundos, insertar la palabra clave.
Y les ha funcionado bien durante un tiempo.
Pero en ese proceso muchos confunden visibilidad con autoridad. Y al algoritmo realmente no le importa quién eres, sino si sigues jugando a su juego.
O sea que la visibilidad no es sinónimo de influencia. Como mucho, es un alquiler temporal de atención.
Puedes pagar con constancia, ingenio o dinero, pero nunca poseerás lo que alquilas.
Segundo problema: la nueva condición del mercado es la desconfianza
Este problema tiene más miga.
No es que en realidad no te baste con ser visible. Es que hoy, la mayoría de la audiencia, por defecto, ya no cree lo que ve.
Se asume que el contenido online es fake hasta que se demuestre lo contrario.
Testimonios editados o falsos
Casos de éxito inflados
Historias personales que son puro invento
Reflexiones “profundas” hechas por ChatGPT
En defensa cognitiva propia, la audiencia sospecha por defecto.
Lo cual, si te paras a pensarlo, es duro de asimilar: en un entorno donde compiten expertos en conocimiento, el primer acto reflejo ya no es admirar, sino dudar.
El colapso del contenido creíble
No todo es culpa de la IA. La IA solo ha sido un catalizador. Ha hecho barato producir autenticidad simulada.
Por ponernos metaanalíticos un segundo:
Desde la irrupción de la IA, el contenido ya no comunica: imita la comunicación.
Y así llegamos al punto de no competir por atención, sino por credibilidad.
O dicho de otra forma:
Antes se te pagaba por lo que sabías. Hoy se te paga por cómo distribuyes inteligencia (propia o artificial) y por cómo decides en qué vale la pena pensar.
Tu audiencia necesita creer que detrás de cada pieza hay una mente real, una experiencia real, una voz reconocible. Y eso no lo da el simple conocimiento.
Una frase más enmarcar:
Ya no eres valioso por lo que publicas, sino porque alguien decide creerte.
La salida: construir una audiencia intencional
Menos algoritmos y fiestas solitarias.
La tesis sería esta:
En la era de la IA, el algoritmo te da exposición pero la sospecha te quita autoridad. La única estrategia viable es construir confianza intencional.
Si la sospecha es el estado natural del mercado, construye confianza repetida.
No la confianza de un post viral, sino la que se acumula con el tiempo, como el interés compuesto de la credibilidad.
Lugares donde el lector no llega por azar, sino por intención. Porque la audiencia que importa no es la que te encuentra: es la que te busca.
Esa es la diferencia entre un seguidor y un suscriptor, entre atención prestada y relación propia. Y cuando alguien te busca, no lo hace por entretenimiento: lo hace porque confía en tu juicio.
¿Cómo construir una audiencia con intención en un formato propio?
Si este artículo te resuena, el paso lógico es ver el mapa completo (y aplicarlo). Detrás del paywall encontrarás lo que convierte esta idea en sistema:
Lo que desbloqueas:
El mapa de propiedad en 3 niveles: qué mantener en plataformas alquiladas y qué migrar a formatos propios (sin perder tracción por el camino).
4 formatos que acumulan confianza (no solo atención): newsletter premium, comunidad, curso, espacios síncronos — con criterios claros de cuándo sí/cuándo no.
El sistema de migración en 5 peldaños: de descubrimiento algorítmico a acceso directo (con ejemplos de micro-barreras de intención y guiones de transición).
3 prompts ejecutables para auditar tu dependencia del algoritmo, diseñar tu formato de propiedad y planificar la migración en 90 días.



