La nueva moneda de las newsletters: ideas asimétricas
De emails sueltos a un marco de pensamiento que solo tú puedes sostener
He escrito unas cuantas newsletters a lo largo de mi carrera como copywriter, y la manera de hacerlo ha cambiado mucho desde que la IA es tan accesible.
En el artículo de hoy me propongo analizar qué ha cambiado.
Explicaré cómo escribo semanalmente varias newsletters —Influence, Amplify, La Bombilla, Futura— sin quedarme sin ideas.
También explicaré qué método sigo para cristalizar pensamiento nuevo.
Y reflexionaré sobre cuál es para mí el rol actualizado de una newsletter, ahora que casi cualquiera puede escribir una que suene profesional.
Lo que ofrezco es un sistema para desarrollar ideas, pero también —más adelante verás por qué— una nueva forma de pensar en la función que tiene una newsletter como experto, coach o especialista.
Primero: ¿qué ha cambiado?
Sencillamente: escribir es más fácil que nunca.
Si me pongo estricto, diré que los LLMs siguen produciendo una escritura bastante defectuosa. Son demasiado previsibles, incluso si los abasteces de buen contexto; tienden a la generalización; producen frases con una cadencia repetitiva; usan los mismos recursos estilísticos y estructuras gramaticales, etc.
Si rebajo mis exigencias estilísticas, diré que lo que producen es funcional. Y que ha mejorado mucho en pocos meses. Razón por la cual es lógico pensar que seguirán mejorando.
Ahora bien, por su propia naturaleza, los LLMs tienen tendencia a repetir patrones de lenguaje. El contexto (tu contexto) es importante por eso: sin él, el LLM se limita a producir la media.
Por eso en este nuevo contexto, donde escribir decentemente es tan fácil, lo que determina el valor de un texto es la originalidad. Concretamente, la originalidad de ideas.
La originalidad tiene dos componentes importantes, que están ligados entre sí, y que pueden parecer incluso redundantes (aunque no lo son):
Es personal
Tiene un proceso de gestación único
Cuando digo que es personal me refiero a que parte de tus características personales: tus intereses, tus filias, tus fobias.
Y cuando hablo de gestación única me refiero a que viene de tu capacidad de hacer conexiones y procesar información.
Sin estas dos cosas, no hay originalidad.
La buena noticia: la mayoría de las personas está renunciando voluntariamente a su capacidad de ser original. Están entregando su generación de ideas a la IA, cediendo personalidad y proceso de gestación.
Como es fácil escribir, el contenido abunda. Pero la originalidad escasea.
Es una buena noticia porque la economía no miente: un bien escaso es por naturaleza más valioso que uno abundante.
Lo explico todo detrás del paywall
Lo más importante empieza en la parte privada del artículo.
Ahí entro en detalle en:
Por qué incluso las ideas medianamente originales han perdido valor en un entorno de inflación cognitiva.
Cómo construir asimetría real en tus newsletters, para escapar del ruido y ocupar un terreno intelectual propio.
El método de gestación que sigo para decidir qué ideas merecen estar en nuestras newsletters.
Los prompts que uso en cada fase —captura, metabolización, canonización y composición— para que tu newsletter no sea un repositorio de ocurrencias, sino un marco narrativo acumulativo.
Accede ahora a la parte completa del artículo y descubre cómo transformar tu newsletter en un edificio de ideas que solo tú puedes levantar.